Existen zonas del planeta donde las viviendas miran de reojo las inclemencias del tiempo. Bien sea por terremotos, huracanes, altas o bajas temperaturas o lluvias torrenciales, los arquitectos e ingenieros trabajan duramente para descubrir nuevos materiales que soporten mejor estos fenómenos y que ayuden a mitigar sus efectos.
Un interesante ejemplo de vivienda con protección para las inclemencias del tiempo y de las altas temperaturas la encontramos en el Estado de São Paulo, Brasil. En ella, el estudio de arquitectura local FGMF ha empleado unas pantallas traslúcidas y unos paneles metálicos que envuelven toda la vivienda pero ofreciendo espacios abiertos que permiten un gran juego con el exterior y la naturaleza.
Casa BrisaFran Parente
Un caparazón de pantallas
La Casa Brisa, que así ha sido denominado el proyecto por el estudio de arquitectura FGMF, se encuentra en la ciudad de Campinas, a unos 100 km de la capital del Estado, São Paulo. De ella destacan dos aspectos: el terreno en pendiente donde se sitúa, que le permite jugar con diversos aterrazamientos, y la estructura que protege la vivienda de las inclemencias del tiempo y de las altas temperaturas como si de un “caparazón” se tratara.
Esta estructura independiente de acero cubre la residencia mediante un tejado plano de chapa ondulada y unos laterales realizados mediante unas pantallas verticales metálicas perforadas. Entre estas pantallas y cubiertas, dispone de diversas aberturas que albergan árboles y que posibilita la entrada de luz a la casa y a los jardines.
AlturaFran Parente
Todo ello es el resultado de “una investigación sobre el interior y el exterior, lo cubierto y lo abierto, la unión entre jardines y arquitectura de forma tranquila, utilizando materiales sencillos de forma poco convencional” según explica Fernando Forte, de FGMF.
De hecho, la imagen que presenta la casa desde lejos durante el día es rígida y monolítica pero, cuando cae la noche, sus capas traslúcidas dejan al descubierto toda su estructura interior. Además, la cubierta de este revestimiento exterior lleva integrados una gran cantidad de paneles solares, los cuales permiten calentar el agua y suministrar buena parte de la energía a la vivienda.
NocheFran Parente
Dos plantas protegidas por el terreno
La vivienda de dos plantas, realizada con hormigón, está emplazada siguiendo la pendiente del terreno, lo cual permite un gran juego de aterrazamientos con jardines semiabiertos y, además, una protección añadida frente a las inclemencias meteorológicas. Así, la planta baja se encuentra por debajo de la pendiente, mientras que la entrada y la segunda planta se sitúan a nivel de la calle.
SalónFran Parente
La planta inferior está situada en la parte más empinada del terreno. El vestíbulo da paso a la sala de estar principal, la cual se encuentra rodeada por uno de los jardines de la casa. Esta sala está distribuida con una zona de estar, un comedor y una cocina, que permite abrirse gracias a sus puertas correderas.
EntradaFran Parente
Rodeando este espacio se encuentra otro de los jardines, con árboles y plantas autóctonas. Lo más interesante de ambos jardines es que, con el tiempo, se expandirán y crecerán, creando una cortina natural de privacidad.
PiscinaFran Parente
Esta planta se complementa con una piscina y una segunda zona de estar, además de espacios para trasteros y un pequeño cuarto de baño. La planta superior, la que se sitúa a pie de calle, alberga tres dormitorios con luz natural cuya entrada se realiza mediante unos grandes ventanales y mosquiteras metálicas correderas que se abren y cierran.
VallaFran Parente
En lo que se refiere a aspectos estéticos y técnicos, podemos encontrar delicados detalles de mampostería, como la de la valla decorativa a la entrada de la vivienda, que fue diseñada para suavizar la capa interior de la estructura, mientras que la parte exterior tiene un componente más industrial, pues está realizada con acero y metal.
ProtecciónFran Parente
JardínFran Parente