La vivienda es un ámbito que ha sufrido muchos cambios en los últimos años, con acontecimientos como la pandemia que han replanteado algunas de las necesidades y elementos que no podían faltar en nuestros hogares. Por esto, Culmia ha reunido las seis tendencias que marcarán las viviendas del futuro, abarcando desde los materiales naturales hasta la inteligencia artificial predictiva.
Materiales naturales: una demanda creciente
La madera, la cerámica, las pinturas y barnices naturales y el corcho son materiales que cobran cada vez más importancia. La razón radica en el interés y el cambio de mentalidad de la sociedad, con una mayor concienciación individual sobre las cuestiones sostenibles y el vínculo entre estos materiales y la salud de los usuarios en viviendas y edificios. La sostenibilidad y la salud influirán en todos los aspectos del diseño de viviendas.
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Inteligencia artificial predictiva
Las casas funcionarán de forma autónoma y aprenderán todo de sus inquilinos. Los sistemas tecnológicos implantados en nuestros hogares serán capaces de reconocer e identificar los recorridos que realizamos en su interior, de forma que las luces se enciendan en las distintas estancias, guiando el camino a seguir por los usuarios y siguiendo sus movimientos diarios, sin que tengas que pararte a hacerlo.
Además, estos sistemas integrados permitirán que la casa no sólo se ajuste a los hábitos, preferencias y necesidades de sus habitantes, sino también a las previsiones ambientales, como el tiempo.
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Llevar el aire libre al interior
La naturalización de los hogares y la introducción del aire libre en casa serán cada vez más esenciales, ya que cada vez está más aceptada la importancia de la biofilia en la salud de las personas.
También habrá una demanda por parte del usuario de que el entorno de la casa sea más verde, saludable y tranquilo para facilitar la conexión entre el interior y este exterior naturalizado.
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Homogeneización de los espacios vitales
En cuanto al tamaño, la luminosidad o la ventilación de los espacios, se diseñarán reduciendo las jerarquías entre ellos y dotando a la casa de flexibilidad a lo largo de su vida. Para ello, se separarán espacios con paneles o muebles multiusos. Los hogares serán multitarea y las estancias más versátiles, además de ganar importancia los espacios abiertos que aprovechan al máximo la luz natural.
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Nuestro hogar cuidará de nuestra salud
El hogar se convertirá en un espacio más de promoción de la salud individual y un foco de prevención de enfermedades, por lo que se instalarán dispositivos y sensores que monitorizarán la salud y permitirán futuros análisis por parte de los profesionales sanitarios.
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Individualismo en la comunidad
Los usuarios quieren vivir en comunidad sin renunciar a su espacio individual. Esto aumentará la oferta y la demanda de modelos de vivienda comunitaria que faciliten la pertenencia a una comunidad y sus consiguientes beneficios, como el aumento de la sociabilidad, los espacios comunes y los servicios compartidos. Entre las nuevas soluciones de vivienda que han surgido, el ‘coliving’ y las residencias para mayores ganarán cuota de mercado.