Los relojes Oris son símbolos de los mejores momentos de la vida, brindando a la gente la alegría de la mecánica y la magia de la relojería a través de la historia de su manufactura. Por eso, bajo el concepto “Un viaje en el tiempo”, la firma ha celebrado sus 120 años con una exposición que recorrerá algunos puntos de venta de la firma relojera. La inauguración tuvo lugar el pasado 30 de mayo en Perodri Joyeros de Bilbao (Gran Vía de Don Diego López de Haro, 33), donde se mantendrá la primera exposición durante dos semanas, hasta el 15 de junio. Un evento destinado a los amantes de la relojería donde sus asistentes disfrutan de una experiencia inmersiva en la marca a través de piezas únicas, imágenes y modelos icónicos de Oris.
Oris ha trasladado la esencia de Hölstein al interior de la joyería a través de piezas históricas, trasladadas desde su museo de Suiza. La exposición está formada por piezas de colección sacadas directamente del museo de Oris ubicado en la fábrica. Además de algunos de los casi 300 calibres únicos fabricados por Oris, entre los que se encontrarán sus innumerables hitos que consolidaron a la marca con una reputación mundial por sus relojes mecánicos de alta calidad y bello diseño.
Más de 120 años recogidos en un recorrido visual a través de la historia relojera con imágenes de archivo de la fábrica originaria de Oris. Acompañarán a los movimientos los modelos más icónicos de la firma junto a sus últimos lanzamientos. Todo un viaje a través de los mecanismos de los diferentes modelos en los que poder conocer la complejidad y el diseño total que han garantizado el legado y la calidad de ORIS.
La exposición estará abierta al público en Perodri Joyeros durante 15 días, del 30 de mayo al 15 de junio, de 10:30h a 20:30h. Esta exposición también podrá disfrutarse más adelante en Madrid, del 24 de junio al 12 de julio en Aragoneses Joyeros (Calle Lagasca, 41).
ORIS, UN LEGADO DE MANUFACTURA CON 120 AÑOS
Este año, Oris celebra 120 años de independencia, innovación y de seguir “nuestro propio camino”. Oris sigue siendo una de las pocas empresas relojeras suizas de propiedad y gestión independientes, y la única con sede en el valle de Waldenburg, a 25 km al sur de Basilea, en el norte de Suiza de habla suizo-alemana. Nuestra ubicación nos ha marcado. A lo largo de los años, Oris se ha definido por sus innovaciones mecánicas, ofreciendo relojes brillantes y alegres que atraen a ciudadanos del mundo responsables, al tiempo que se alinean con las necesidades de nuestra comunidad y nuestro medio ambiente.
Oris se fundó en Hölstein el 1 de junio de 1904, cuando Paul Cattin y Georges Christian llegaron al valle de Waldenburg para establecer un nuevo tipo de empresa relojera: una que persiguiese aliar las tradiciones de la relojería mecánica y los procesos industriales más avanzados de la época para producir relojes de alta calidad que tuvieran sentido.
La suya sería también una empresa de personas. Oris fue pionera en el bienestar de los empleados y la diversidad en el lugar de trabajo, construyendo casas para los trabajadores y sus familias, facilitando el transporte para los que vivían en Basilea hacia el norte y gestionando comedores para asegurarse de que todos estaban contentos y sanos. En los talleres trabajaban hombres y mujeres, con lo que Oris se adelantó décadas a su tiempo.
Con el tiempo, la fábrica de Oris se amplió con la apertura de otras en distintas ciudades, pero hoy Oris permanece en el mismo emplazamiento, siempre profundizando sus raíces en el pueblo y en la comunidad que lo rodeaba. A lo largo de 120 años, Oris y Hölstein se han sostenido mutuamente. Es una historia de alegre codependencia que informa todo lo que hacemos.