Todas las pieles necesitan mascarillas. Las mascarillas penetran a niveles donde los productos de uso diario de belleza no lo hacen, proporcionando ayuda, no solo a las capas superficiales de la piel sino también a las capas más profundas de la epidermis.
Las mascarillas, como el resto de productos dedicados a la belleza de la piel, deben adaptarse a tu tipo de piel y a tus necesidades especiales para ayudarte a mantener una piel saludable y bella. Las mascarillas son el método más sencillo de ofrecer tratamientos profundos a la piel.
Antes de aplicarte la mascarilla, tu piel debe estar limpia. Después, la crema debe extenderse con movimientos rotativos siguiendo la dirección de los músculos de la cara y siempre en dirección ascendente. De 10 a 15 minutos de aplicación bastan para obtener los resultados perseguidos.
Tipos de mascarillas
- Mascarilla Purificante o limpiadora: Para pieles que necesitan una limpieza más profunda ayudando a extraer las impurezas de la piel y con una aportación ligera de hidratación y nutrición. Ayudan a energizar la piel y hacerla lucir radiante y llena de vida.
- Mascarilla Frutal Hidronutritiva: Para pieles que necesitan una hidratación y nutrición más profundas y una limpieza más ligera.
- Exfoliante Facial: Para todo tipo de pieles. Limpia en profundidad arrastrando las células muertas e impurezas que se depositan en la piel, también ayuda a eliminar o disminuir cicatrices y líneas, a eliminar o aclarar manchas en la piel proporcionando un aspecto más fino y luminoso y una piel más joven y lozana.
- Mascarillas humectantes: Las mascarillas humectantes ponen humedad en las capas profundas de la piel. Debido al estilo de vida, a la acción del medio ambiente y a otros factores la piel pierde húmeda con los años haciéndola lucir seca. Estas mascarillas son ideales para la piel madura o seca. También deben de usarse en climas fríos.
Mascarillas caseras
Si eres un novato en la materia, no te agobies, aquí tienes 3 propuestas para empezar con buen pie. Son ideas sencillas con ingredientes asequibles y fáciles de encontrar para añadir a tus rutinas de belleza.
Mascarilla facial casera para pieles grasas
El exceso de grasa en la piel es un problema habitual que puede aparecer en la adolescencia y extenderse a lo largo de toda la vida. Las mascarillas que puedes hacer en casa y la cosmética natural te ayudarán también a controlar este desequilibrio cutáneo.
Ingredientes
- Plátano.
- Leche.
- Copos de avena.
Elaboración
- Aplasta un plátano en un cuenco, añade una cucharada sopera de leche y entera a temperatura ambiente y dos de copos de avena.
- Mezcla de forma vigorosa y continúa hasta obtener una masa compacta, pero no uniforme, es interesante que queden grupos pequeños formados por la avena que añaden a la mascarilla cierto efecto exfoliante muy recomendable para las pieles grasas.
Esta mascarilla de plátano es perfecta para pieles con tendencia a la grasa que presentan impurezas a menudo como puntos negros o espinillas. Se recomienda aplicar una vez a la semana, sin límite de tiempo, aunque siendo constante si se quieren obtener resultados visibles. Es importante aplicarla con un masaje continuo de entre 5 y 8 minutos.
Mascarilla facial casera para pieles apagadas
La falta de luminosidad en el rostro resta belleza y juventud a cualquier persona con independencia de su edad. Las pieles no tersas y apagadas dan sensación de cansancio, pero con una mascarilla casera revitalizante y fresca es sencillo contrarrestar este problema, recuperando la luminosidad natural de tu piel.
Ingredientes
- Yogur natural.
- Pepino.
- Miel.
- Levadura de cerveza.
- Zumo de limón.
Elaboración
- Para hacer esta mascarilla mezcla medio yogurt, medio pepino, una cucharada pequeña de miel, otra de levadura y una última de jugo de limón recién exprimido.
- Para conseguir la mejor textura en este caso y con más rapidez, se recomienda usar una batidora para mezclar al completo los ingredientes.
Esta es una mascarilla enriquecedora y muy saludable, en principio, debes aplicarla dos veces a la semana, aunque siempre puedes adaptar la frecuencia a tus necesidades, según los resultados. Debes utilizarla –como todas- sobre el rostro limpio y seco, y dejarla actuar al menos 20 minutos para que los efectos sean visibles y máximos. Completa su efecto con el uso diario de tónicos adecuados a tu cutis para conseguir una luminosidad máxima en tu piel.
Mascarilla facial casera para pieles secas
Un rostro seco presenta irritaciones en zonas clave como la nariz o la barbilla. La mascarilla facial que puedes hacer en casa ayuda a hidratar estos puntos de la cara, a mejorar la elasticidad y recuperar la tersura de una piel falta de agua. La deshidratación en la piel causa además picores y rojeces que son tremendamente incómodas por lo que merece la pena hidratar con productos naturales y efectivos.
Ingredientes
- Huevo.
- Miel.
- Agua de rosas (opcional).
Elaboración
- Solo necesitas mezclar bien la yema de un huevo con una cucharada de miel hasta que obtengas una pasta consistente que puedas aplicar en la piel.
- Evita siempre el contorno de los ojos y de manera generosa.
Déjala actuar, al menos 20 minutos. Esta es una mascarilla natural y muy suave por lo que puedes usarla a menudo y si quieres mantener la piel hidratada acostúmbrate y aplícala, al menos, una vez en semana. Al retirarla, utiliza abundante agua tibia y posteriormente aplícate un sérum y crema hidratante.