Lamborghini registró un beneficio operativo de 458 millones de euros durante el primer semestre de 2024, un 0,4% más que en comparación con el mismo periodo del año anterior en plena crisis del sector por la llegada de competencia procedente de China y la desaceleración del mercado.
Entre enero y junio, la firma propiedad del grupo Volkswagen dice haber registrado unos resultados «récord» en términos de entregas, ingresos y resultados operativos. Una situación que achaca al «éxito comercial» de los tres modelos que produce en estos momentos en la planta de Sant’Agata Bolognese: el Revuelto, el Urus y el Huracán.
En concreto, Lomborghini Automobili entregó 5.558 coches, que le generaron unos ingresos de 1.621 millones de euros, esto es, un aumento del 14,1% con respecto del primer semestre de 2023.
La rentabilidad por vehículo producido alcanzó el 28,2% lo que supone una reducción de cerca de cuatro puntos porcentuales a medida que la compañía se enfrenta a «un mejor equilibrio» entre las entregas y la estabilidad financiera.
En términos de entregas, y en cuanto a los mercados individuales, Estados Unidos sigue a la cabeza con 1.621 coches entregados, seguido de Alemania (595), Reino Unido (514), Japón (354), China continental, Hong Kong y Macao (337) e Italia (268).
El banco de pedidos del fabricante se mantiene estable gracias, dicen, al modelo Revuelto con una cobertura de producción en las fábricas a dos años vista.
Para el Huracán, los pedidos cubren toda la producción hasta el cierre previsto de la línea en diciembre mientras que el Urus SE, presentado a finales de abril, cuenta con una cartera de pedidos que cubren alrededor de un año de producción.
En este contexto, el grupo presentará el próximo 16 de agosto el sucesor del Huracán, un anticipo del primer modelo totalmente eléctrico con un motor V8 biturbo asociado a un sistema híbrido.
«Estamos atravesando una fase crucial, respaldada por la mayor inversión de la historia de la empresa, con el objetivo principal de ampliar nuestra oferta de productos», ha justificado el presidente y consejero delegado (CEO) de Lamborghini, Stephan Winkelmann.
Por su parte, el director financiero del fabricante, Paolo Poma, ha asegurado que «incluso en un año marcado por la transición a la hibridación», la automovilística ha podido confirmar el crecimiento de las principales métricas financieras y de negocio, «reflejo de la fortaleza de la marca en el segmento del lujo y los superdeportivos».