La escapada perfecta existe. Solo tienes que ir a Ronda y a su espectacular Parador. Y no es que nosotras digamos que es el pueblo más bonito de España, porque en la redacción no nos ponemos de acuerdo con esto, es que la inteligencia artificial ya eligió a Ronda como el pueblo más bonito de España.
Es el pueblo más visitado de Málaga y el tercero de Andalucía, y objetivamente, uno de los pueblos más bonitos de España. Ronda es un sueño hecho realidad. De hecho Rainer Maria Rilke se instaló allí dos meses y la rebautizó como “ciudad soñada”.
Y aunque su impresionante Puente Nuevo, que comunica la ciudad vieja con la nueva sobre un abismo de 100 metros de profundidad, es su seña de identidad más conocida, Ronda tiene muchos enclaves mágicos.
El hecho de que esté situado sobre un profundo desfiladero, sus orígenes árabes que datan del siglo XV o que fuera declarada Interés Cultural en el año 1966, son algunas de las razones para hacer una escapada el próximo otoño. Pero hay una más, un edificio que enamora por su ubicación y por la belleza que desprende. El Parador de Ronda.
El espectacular Parador al borde de un acantilado
Es, sin dudarlo, el mejor mirador del río Guadalevín gracias a que está situado junto al Puente Nuevo. Se inauguró en 1994 sobre los antiguos edificios del ayuntamiento y el mercado de abastos de la ciudad y aún conserva la fachada original de la Casa Consistorial, junto con su tradicional reloj y sus arcadas.
Desde la terraza y la piscina se puede disfrutar de sus vistas, y de las habitaciones ni hablamos, porque son impresionantes. Con una decoración tradicional de colores suaves que invitan a la desconexión más absoluta.
Además, tiene una oferta gastronómica con platos andaluces tradicionales en su restaurante, que cuenta también con un espacio algo más informal, El Manzel de Ronda, con raciones para compartir disfrutando de las vistas.